martes, 23 de marzo de 2010

CIUDADES DESIERTAS

“Bájate de mi nube.”

Jose Agustin: Periodista, ensayista, narrador, dramaturgo, director y guionista de cine. Nació el 19 de agosto de 1944 en Acapulco, Guerrero. Su nombre completo es José Agustín Ramírez Gómez. Realizó estudios de letras clásicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de dirección cinematográfica en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC / UNAM), y de composición dramática en el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y en la Asociación Nacional de Actores (ANDA). Participó además en el taller literario de Juan José Arreola.

Con su narrativa abundante en diálogos, me contuvo sin conflicto hoja tras hoja, haciéndome metamorfosear, la atención que antes le tenía al coloquialismo mexicano; “Qué poca madre, qué poquísima madre, estaba loca esa escritorcita de a peso si creía que podía encerrarlo; Eligio estaba dispuesto a aclarar todo, a como diera lugar.” Ciudades desiertas. El uso de palabras altisonantes, es un tanto contradictorio cuando se trata de hacer una concientización o critica sobre algo en especial, sobre todo si estas no constan del sentido correcto dentro del contexto. Pero con Ciudades desiertas, me encontré con ese dobletear en la utilización del coloquialismo lingüístico, las dichosas groserías y un empleo de estas dos en personajes intelectuales; aprovechadas como recurso, logrando no saturar el texto, evitando llegar al grado de hacerlo burdo.

Por otra parte, el comparativismo que utiliza sutilmente con los personajes, al cambiarlos de su natural ambiente, provoca una manera difuminada de crítica hacia una cultura controversial; entre el estereotipo aplicado con el american dream, la mercadotecnia y la conclusión férrea de sus habitantes; de sentirse orgullosamente afortunados por haber nacido gringos. “Nostoy de acuerdo, dijo Cole, muy molesto, y muy borracho también, sin atreverse, como al parecer quería, a golpear a Eligio. Éste es un gran país y lo seguirá siendo por mucho mucho tiempo. Tas jodido cuate, ¿cómo va a serlo si ni siquiera se atreven a criticarse, a reconocer siquiera la posibilidad de que se hayan vuelto patéticos? Mira, te estoy diciendo que en México la cosa está grave, que somos aún inmaduros, tendemos a la irresponsabilidad, a la pachanga, al valemadrismo, al ahisevá y a la polaca a la mexicana, pero queremos cambiar las cosas. Tú mismo, en cambio, in¬sistes como perico en que Estados Unidos es perfecto. Te estoy diciendo que ya están en la mierda total, preci¬samente por decir cosas como las que tú dices, y eso nomás no lo puedes admitir y me miras como si hubiera dicho la blasfemia más terrible del mundo, carajo, ¿a ti en lo personal qué chingaos te importa que Estados Hundidos ya no sea la mamá de Tarzán?” ciudades desiertas. Así miso, logra mantener esa cordura, de los atributos y defectos del país donde provienen los personajes principales; Eligio y Susana (mexicanos)
En cuanto a esta pareja, logró manejarla en un rango muy realista; sin rayar en la fantasía, de buscar hacer algo diferente al convencionalismo social, donde se plantea el rol de hombre y mujer en una relación interpersonal. Erradicando el estigma de macho mexicano; hizo una transportación de la realidad social, a la realidad de la mentalidad social. Utilizar a esta pareja, como el entretenimiento base para seguir desarrollando la historia, y al mismo tiempo la crítica hacia U.S.A. y sin quedar atrás México, a sido un gancho light que a pesar del análisis que uno termina por hacer, te deja con un buen sabor de boca y una picazón en la mente.

José Agustín, de la generación “literatura de la onda”, realiza una descripción muy acertada de sucesos y emociones reales entre los humanos de carne y hueso, logrando introducirte, dentro del paradigma de la verdad dormida en el subconsciente sobre nuestras raíces. Es como si el estuviese detrás de un televisor, contándonos lo que creíamos ya saber en cuanto a nuestra situación social en México y la de Estado Unidos, haciéndote tropezar con 124 hojas, de algo que se puede tomar como sobre entendido, pero seguido a leerlo, recaes en el replanteamiento que hace despertar, sin parentesco a delirio político de necesitar un radical cambio; simplemente despertar como individuo.

Los detalles son los que provocan la intensidad de la creación; ¿eres un bulto más de pintura en el cuadro o un detalle?


iLka B. Rivera Garcia.